El sueño: la Vuelta al Mundo a Pie
¿Quién no ha soñado alguna vez con dar la vuelta al mundo? En crucero, velero, avión, moto, bicicleta... muchos a lo largo de la historia se han lanzado a la gran aventura.
¿Pero a pie?
Caminar es la forma más primitiva de viajar y la que nos conecta de manera más profunda con la tierra y las personas que la habitan. El esfuerzo, el cansancio, la vulnerabilidad y la lentitud del senderista se compensan con la capacidad de llegar a lugares donde ciclistas, motoristas o marineros jamás podrían imaginar. Es un ritmo lento que te permite ver lo que tienes delante... y al lado. Parar cuando quieres, hablar con quien te encuentres y entender mejor los lugares por donde pasas.
¿Cuándo se te ocurrió esta locura?
Corría el año 2020, época pandémica, estábamos encerrados en casa y, de repente, como tantos otros, sentí unas ganas de salir a la naturaleza como nunca antes. Entré en YouTube y me enganché a los vídeos de gente que hacía aventuras épicas. Un día descubrí a Nacho Dean, un malagueño que dio la vuelta al mundo a pie entre 2013 y 2016, y pensé: ¡yo quiero hacer eso! Y documentarlo en YouTube.
Cinco años después, tras muchas dudas, me he lanzado: es ahora o nunca.
Un sueño
La madre de todas las aventuras
La travesía de travesías
Un reto imposible
La Vuelta al Mundo a Pie
...en catalán (subtitulado al castellano 😉)
Las reglas de la Vuelta al Mundo a Pie
¿Por qué 26.232 km? ¿Qué ruta seguirás? ¿Qué se considera una vuelta al mundo?
He diseñado mi ruta y las reglas del proyecto siguiendo los pasos de otros aventureros que han dado la vuelta al mundo a pie, el Libro Guinness de los Récords y los criterios de la World Runners Association, una organización formada por algunas de las ocho personas que han completado la vuelta al mundo caminando o corriendo.
Resumidamente, las reglas serían estas:
Empezar y terminar en el mismo lugar. En mi caso, Plaza Catalunya de Barcelona.
Recorrer un mínimo de 26.232 km a pie.
Cruzar todas las líneas de longitud de la Tierra ya sea a pie o con algún otro medio de transporte como avión, bus o barco. Los km recorridos con algún transporte no se pueden sumar a los 26.232 km a pie.
Cruzar como mínimo 4 continentes de costa a costa recorriendo un mínimo de 3.000 km a pie en cada uno de ellos.
Se debe recorrer los 4 continentes consecutivamente de manera longitudinal, es decir, en mi caso de oeste a este.
Pasar por puntos antipotales del globo terráqueo, por ejemplo Nueva Zelanda son las antípodas de Catalunya y Perú son las antípodas de Tailandia.
Los días de descanso acumulados durante toda la travesía no pueden superar 6 meses o el 25% de la duración total. En esta regla solo cuentan los períodos de descanso superiores a 3 días (4 o más).
Se podría, dado el caso, volver a Cataluña a pasar un par de meses si quisiera, está dentro de las reglas, pero mi intención es la de completar la vuelta al mundo de manera consecutiva sin volver a casa. Excepto por causas de fuerza mayor.
La ruta
Teniendo en cuenta estas reglas, he diseñado varias posibles rutas, como la que podéis ver en el mapa superior. Durante los más de dos años que estaré caminando pueden surgir muchos imprevistos —burocráticos, enfermedades, retrasos o dificultades con los visados— que me hagan variar el itinerario. Según la estación del año y cómo me sienta en cada momento, seguiré un recorrido u otro para completar el reto.
He intentado explicar con detalle los diferentes aspectos de la ruta en el siguiente vídeo: todos los países por los que pasaré, dónde dormiré, visados, rutas alternativas, problemas de cada país, etc.